viernes, abril 30, 2010

IMAGINARIOS SOCIALES: ACEPTACIÓN DE UNA DOMINACIÓN CULTURAL

Los dibujos animados son una caricatura social que sirven de herramienta para la imposición cultural en las sociedades.

En la actualidad los dibujos animados son una forma de expresión y de información ligera y agradable que por su fácil digestión impactan en la sociedad más vulnerable intelectualmente como son los niños y los jóvenes. En estos se incluyen ambientes que reflejan situaciones cuyo objetivo es que el lector interprete una situación, a tal grado que la recree y en extremo, se identifique con ella.

En la lectura del libro Para leer el pato Donald podemos darnos cuenta cómo es utilizada las caricaturas cómo un retrato en el que se deforman o exageran las sociedades actuales. Por un lado muestran la sociedad norteaméricana como la salvadora y redentora, que además de producir a gran escala utiliza la materia prima de los países en vía de desarrollo, para dar un buen uso de estos bienes que de otra forma se perderían en manos de salvajes que no los aprovecharían, le proporcionan a estas sociedades soluciones banales para enfrentar los problemas que los aquejan.

El autor nos da una interpretación de cómo ve Disney a los pueblos subdesarrollados, cómo niños que deben ser tratados como tales y reprendidos de la misma forma. Y es ahí donde entra la intervención de las historietas cuya función consiste en penetrar las estructuras mentales de sus lectores al entregar arquetipos e imaginarios sociales, en especial en los niños y jóvenes.

Y lo vemos claramente en premisas cómo, que el imperialismo se permite presentarse a sí mismo como vestal de la liberación de los pueblos oprimidos y el juez imparcial de sus intereses, y que lo imaginario infantil es la utopía de una clase.

También podemos ver en la película Persépolis, la intensión de mostrar temas trascendentales que de ser mostrados en otro formato parecerían aún más fuertes y polémicos, cómo la guerra entre países, la crisis de identidad social y el enfrentamiento interno con las tradiciones religiosas.

La protagonista,Marjane, una niña iraní vive en un mundo cegado por la guerra de ideales en paises con fuertes determinaciones religiosas. Después se ve forzada a salir del país de origen porque su estadía representa peligro para su vida, viaja al mundo occidental donde tiene un choque cultural que hace confrontarse con los principios de su moralidad y la forma de vivir, además que se ve enfrentada a la soledad y a buscar la aceptación en una nueva comunidad social .

Vemos en las historietas de Disney, y en el caso particular en la del pato Donald,cómo la identidad social se va conformando desde la función socializadora de los dibujos animados al emanar una serie de características que influyen en el desarrollo social, cultural y de la identidad de los sujetos al recibir sus influencias en sus consciencias por la emisión de productos visuales sobre entes sociales, funciones, conductas, etc. determinado el actuar de los actores sociales en una realidad social más próxima o lejana, sin embargo siempre sus elementos perduran por los imaginarios sociales creados.

Por último podemos afirmar que los dibujos animados son una herramienta de dominación cultural. Es por eso que es de necesaria atención que revisemos lo que consumimos cómo sociedad, teniendo en cuenta que, desde su principio los dibujos animado actúa con el objetivo de atraer gente, entreteniéndola, y llega a convertirse en un elemento útil para manejar al público y difundir ideologías.Y que las consecuencias de esto, resulta en la construcción de una identidad social que nos define y nos da un lugar de actuación específico en el colectivo social.

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